Ser humano con vocación de escritor y con vocación de mecenas de escritores. Así me definiría en una primera pincelada. Siempre había querido escribir, publicar y vivir de mis novelas. El destino me puso a tiro la oportunidad de hacerlo, cuando resulté finalista de uno de los más grandes premios literarios que se han creado y crearán, al menos en cuanto a nivel mediático.
Pero precisamente a raíz de esa experiencia, de comprobar que la entrada en el sector editorial no es ese oro reluciente que aparenta visto desde fuera, sino una jungla que dificulta el camino y que, sin embargo, no es más que el punto de partida de una aventura exigente, dura y agotadora que culmina cuando los lectores disfrutan de una determinada lectura hecho libro, físico o virtual, me di cuenta de que aquello que realmente me llenaba era ayudar a otros en ese viaje, sirviéndoles de apoyo, ayuda, asesoramiento, colchón, acicate, etc…, de modo que a ello decidí dedicar mi tiempo y esfuerzos.
Estos han sido mi pasado y mi presente. En cuanto al futuro… sólo el tiempo dirá.